viernes, 20 de noviembre de 2009

La filosofía como parte de nuestra vida


"La filosofía de la vida es una cosmovisión, que se puede cambiar con la educación"


Todos tenemos una filosofía de la vida que no es del todo consciente pero que se traduce en nuestro comportamiento y en nuestra forma de ver las cosas. La persona que cambia su vida ha cambiado su forma de ver el mundo, su filosofía de la vida. Ha logrado comprometerse con una postura y vivir teniéndola en cuenta.

¿Cómo tomamos nuestras decisiones? ¿Nos dejamos llevar por nuestros impulsos o reflexionamos antes de actuar?

Actuar impulsivamente nos depara acontecimientos imprevisibles y probablemente caóticos. De la otra forma, razonar antes de actuar es un signo de madurez, y la persona que además respeta sus propios valores antes de tomar una decisión es consciente de su propia filosofía de la vida. Sin embargo, la búsqueda no se termina nunca. No se puede tener una teoría cerrada sobre la vida, y quedarse cómodo; porque la comodidad es contraria al crecimiento.

La apertura necesaria para volver atrás y replantearse las dudas frente a los cambios es inevitable, pero no exige el desmoronamiento de todas nuestras ideas anteriores, sino el ajuste adecuado para cambiar y no anquilosarse en la idea.
La educación nos ayuda a desarrollar la convicción de cambiar nuestro punto de vista sobre el mundo en que vivimos y es la que hace posible el compromiso con esta nueva visión más amplia.

La educación nos ayuda a desarrollar la convicción de cambiar nuestro punto de vista sobre el mundo en que vivimos y es la que hace posible el compromiso con esta nueva visión más amplia. La educación es un camino directo a una vida más plena y feliz, nos permite estar más conscientes de los riesgos que corremos con nuestras conductas erráticas, desarrollan la habilidad para resolver problemas y para implementar estrategias más efectivas para enfrentar situaciones difíciles.

Para no desanimarse durante este trayecto existencial es menester deshacerse de viejas fórmulas que permitirá ver todo desde una perspectiva diferente.



De esta forma, ¿puede el estudio de la filosofía ayudarnos con los problemas de nuestra vida cotidiana? Parece ser que sí.

La filosofía nos hace reflexionar sobre las cuestiones que nos atañen en este mundo, nos invita a pensar en nuestro pasado y a pensar en un futuro. Si somos conscientes de cómo es nuestra forma de pensar, podemos llegar a conseguir una mayor coherencia en nuestras conductas, y así obtener una mejor calidad de vida.

Una persona que no se encuentra satisfecha con su vida, que no encuentra lugar en su pequeño mundo, debe buscar y construirse otro poco a poco que le de un sentido y una razón por la cual vivir. Y es que somos nosotros los que vamos construyendo y dando forma a nuestra vida, y por lo tanto somos los que decidimos y causamos todos los factores que inciden en ella. De la misma forma en la que somos los que determinamos nuestras propias e íntimas vidas, también nos convertimos en los determiantes de este nuestro mundo, pues todos juntos colaboramos para crear una totalidad que directa o indirectamente interfiere en la forma de vida de nuestra época.