martes, 19 de enero de 2010


Anécdotas filosóficas



La Filosofía, ya se sabe, es una cosa muy seria, pero también se puede tomar con humor.

Si ya lo decía Francis Bacon:
“Tener tranquilo el ánimo y alegre el humor, es uno de los preceptos cuya práctica contribuye más a alargar la vida".

Así que ahí van algunas curiosidades y anécdotas filosóficas para pasar el rato.

· Una de Tales: Según nos cuenta Platón, parece que Tales de Mileto se cayó a un pozo mientras estaba contemplando las estrellas. Este hecho le hizo mucha gracia a una sirvienta, la cual riéndose de él le dijo algo así: “Tanto preocuparte por conocer las cosas del cielo, se te ha quedado oculto lo que estaba bajo sus pies”. Platón también se burlaba del hecho, afirmando que dicha burla venía muy bien a todos los que dedican su vida a la filosofía. Aunque cuenta otra leyenda, que Tales aprovechó sus conocimientos, obtenidos observando las estrellas, para prever una buena cosecha de aceitunas y hacer con ello un buen negocio. Parece, que el buen Tales compró la cosecha de aceitunas con antelación y obtuvo grandes beneficios.

· A Heráclito no le gustaban los médicos. Parece ser que padecía hidropesía, pero como pensaba que los médicos lo único que hacían era cobrar por hacer sufrir a uno, decidió aplicar un remedio casero. Así que, sin encomendarse a Dios ni al diablo, se enterró en estiércol. Pero, parece que el remedio casero no le funcionó muy bien, según cuenta la leyenda, unos perros salvajes le encontraron y no dejaron de él ni los huesitos.

· Pitágoras concentrado en su trabajo. Está claro que a Pitágoras no le gustaba que le molestaran cuando trabajaba. Tal es el caso que, cuando entraron los partidarios de Cilón en su casa, para matarlo, él trazaba figuras geométricas en el suelo con una tiza. Y no tuvo otras palabras para su asesino que “Hazme el favor de no pisar ese triángulo”.

· Platón, no se llamaba Platón. Como todo el mundo sabe se llamaba Aristocles, sin embargo le cambiaron el nombre. Unos afirman que le llamaron Platón por sus anchas espaldas y buena proporción, vamos que estaba cachas. Otros afirman que fue llamado así por lo amplio de su locución, (era un poco pelma). También existe la versión de que nuevo nombre fue motivado por su ancha frente.

· Diógenes era un poco cínico. En una ocasión en que fue puesto a la venta como esclavo, cuando le preguntaron por lo que sabía hacer, el ni corto ni perezoso respondió: “mandar, comprueba si alguien quiere comprar un amo”. Otra que no tiene desperdicio. En otra ocasión le invitaron a la lujosa mansión y le advirtieron de no escupir en el suelo, el tío sin cortarse un pelo escupió al dueño, diciendo que no había encontrado otro sitio más sucio.

· A San Agustín, el de Hipona, no le gustaban los preguntones. Una vez le preguntaron: qué hacía Dios antes de crear el mundo. Él, muy fresco, contestó: “Estaba creando un infierno para las personas que hacen preguntas como esa”.







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